Estamos en #secondhandseptember o Setiembre de Segunda Mano: campaña que busca que compremos ropa de segunda mano todo el mes, en lugar de ropa nueva.
Esta iniciativa es impulsada por Oxfam, una confederación de ONGs que identificó la necesidad de disminuir el consumo de ropa de primera mano debido al impacto negativo que tiene esta industria sobre el planeta.
Aunque es muy atractiva por el precio accesible y los estilos que ofrece, la moda rápida tiene serios efectos negativos sobre el ambiente. El hecho de rotar las temporadas cada quince días en lugar de cada 3 o 6 meses, ha llevado a que la ropa tenga menos valor que antes: ahora es considerada por muchos como algo desechable.
No solo eso, sino que para aminorar costos, se produce con materiales más baratos, como es el poliéster, que al ser lavado libera microplásticos en el agua que finalmente llega al océano. Debido a su tamaño, es muy difícil que puedan ser retenidos antes de desembocar en el mar.
El hecho de que actualmente se produzca tanta ropa aparentemente desechable, lleva a que se contaminen más las fuentes de agua, se emitan más gases por el transporte, y no se tenga material suficientemente bueno como para reaprovecharlo.

Un buen documental para aprender más al respecto es The True Cost, se puede encontrar en Netflix. Este documental del 2015 viaja por el mundo investigando dónde y bajo qué condiciones se elabora la ropa de moda rápida, y cuál es el impacto sobre el ambiente por el que no pagamos al comprarla. Millones de personas se ven afectadas por la falta de regulación, la dejadez del estado, y el aprovechamiento de las empresas sobre esta dejadez. Es realmente preocupante y ayuda a entender la necesidad de cuidar lo que ya tenemos y comprar de segunda mano.
Si me conocen, saben que uso bastante ropa de segunda, y en verdad no me gusta estar proponiendo que COMPREMOS cosas; así que le agregaré a esta campaña que sea el mes de USAR ropa de segunda.
La ropa de segunda es única y, a diferencia de la moda rápida, es de buena calidad, no por nada ha durado tantos años. Sí, es más difícil encontrar una prenda específica si ya la tienes en mente (hola yo buscando un overol negro), pero también te da muchas oportunidades para ser creativo y modernizar estilos antiguos. Aprovechando que la moda es cíclica, hay muchas oportunidades para incluir prendas de segunda en nuestros guardarropas.
He conseguido prendas muy buenas como regalo o intercambio de amigas cuando decidieron dejar de usarlas y buscando en el techo de la casa de mi abuela. Lo que más me gusta es que cada vez que las uso pienso en ellas 🥰
Usar prendas previamente amadas permite darle un respiro a la Tierra, pues su impacto ha sido amortiguado a lo largo del tiempo, y evita que sigamos alimentando la industria de consumo masivo de ropa.
¿Se animan a participar en Second Hand September? ¿Cuál es su manera favorita de conseguir ropa de segunda?
Fuente:
-“Second Hand September”, Oxfam. Enlace: https://oxfamapps.org/secondhandseptember/
-“The True Cost”, en Netflix.